Hoy he pensado en todas las veces que me han llamado puta.
Como aquella vez en que alguien me llamó puta, y después me dijo que era de una canción de Extremoduro.
De eso hace ya una vida.
Pero los años mejoran el vino y el alma, y si ahora alguien me llamase puta, sólo le diría: pues sí.
Puta, y libre.
Puta, y fuerte.
Puta, y segura.
Pero, sobre todo:
La puta hostia soy, gilipollas.
"Que nada me interesa de alrededor
Y me subo a lo más alto de la locura
Me encuentro a mi princesa hablando con la luna
Echándose carreras a ver quién es más puta."
Extremoduro, "Puta".